TORTILLAS DE MAÍZ EN TIESTO DE BARRO

Las tortillas de maíz en tiesto de barro era una tradición que se degustaba en el siglo XVIII, una tradición que se ha ido perdiendo con el tiempo. El objetivo de esta experiencia es entender los ancestros y replicar esas experiencias de cocinar en casa y valorar el origen del producto. Justo en Galería Café se pueden preparar tortillas de maíz, ají en mortero de piedra y café pasado.


BIZCOCHOS DE CAYAMBE

Una parada obligada en esta ciudad de 40.000 habitantes a una hora de Quito que es reconocida por sus hornos de leña en los que se preparan miles de bizcochos al día; estos llevan harina, yemas de huevo, sal, manteca y anís, aunque la receta varía de familia en familia. Son crocantes, salados y quedan deliciosos con dulce de leche y queso de hoja, dos manjares propios de Cayambe. Sin embargo, en varios lugares de Quito se encuentran estos bizcochos y sus acompañantes para no quedarse con las ganas.

Qué ver y qué hacer en Baños de Agua Santa

La casa del árbol

¿Te imaginas columpiarte bajo un abismo y con vistas a un volcán activo? Eso es lo que puedes hacer en la llamada «Casa del Árbol», a poco kilómetros del enclave turístico de Baños. Creada originalmente para tener una buena vista del volcán desde una distancia segura, actualmente se trata de un enclave turístico muy codiciado. ¡¡No te vayas de baños sin columpiarte en la casa del árbol!!
¿Cómo llegar a la Casa del Árbol en Baños?
– A pie: serán 3 horas -y pico- de camino (¡¡cuesta arriba!!) –>Altamente NO recomendable.
– En Taxi: el trayecto será de unos 25 o 30 minutos y cuesta 15us$ (ida y vuelta)
– Transporte público: sale de lunes a sábados a las 6am, 11am y 2pm desde la esquina de c/Vicente Rocafuerte y c/Pastanza (no hay una parada, pero si preguntas seguro que los locales que allí esperan te indicarán si estás en el sitio adecuado o no) y demora casi 35-40 minutos en llegar. Cuesta 1us$ por trayecto. No pierdas los buses de regreso que son a las 8am, 1pm y 4pm.

Balnearios

Otra de las razones por la cual Baños es tan conocida a nivel nacional e internacional es por sus piscinas de aguas termales. Puedes pasar una mañana o tarde de relax en sus piscinas naturales con propiedades medicinales que se ubican tanto en plena ciudad como en las afueras.
¿Qué balnearios puedes visitar? Termas de la Virgen a los pies de la cascada «cabellera de la Virgen» ubicada en pleno centro de la ciudad. Precisamente por su ubicación, es una de las más concurridas, sobre todo los fines de semana (abierto de lunes a domingo de 4:00am a 5:00pm y de 6:00pm a 10:00pm – Precio: 2us$).
Otro de los balnearios ubicados dentro de la ciudad es el de Santa Clara (entre las calles Velasco Ibarra y R. Vieira) que posee piscinas con agua a 22ºC, también tiene piscina semiolímpica, restaurante y gimnasio (abierto de lunes a domingo de 9:00am a 5:00pm). El Balneario Las Peñas es uno de los más grandes y sus piscinas poseen aguas que rondan desde los 22ºC hasta los 35ºC, posee piscinas con toboganes como un parque acuático y hay servicios de restauración (abierto de viernes a domingo de 8:00am a 5:00pm).
Otras piscinas muy codiciadas por sus aguas medicinales son las termas El Salado que están enfocadas al turismo de salud, con aguas termales que llegan a los 54ºC. Poseen 5 piscinas de agua caliente y un par de agua fría. Se encuentra a 5 minutos de Baños, junto al río Bascún (abierto de lunes a jueves de 4:30am a 5pm y de viernes a domingos de 6am a 10pm).

ECUADOR ENTRE VOLCANES: COTOPAXI

PARQUE NACIONAL COTOPAXI:

Desde Quito comenzamos por el Parque Nacional Cotopaxi. Hay dos controles para ingresar y registrarse. Uno es Control Norte y el otro es Control Caspi. Nosotros si bien veníamos del Norte hemos ingresado por el Control Caspi ya que nos pareció el más directo. El camino hasta el control y un poco después también estaba repleto de pinos verdes y frondosos. Me sorprendió ver algunos talados siendo este un parque nacional, pero me quedé con la duda. Cuando llegamos a la entrada donde debíamos registrarnos, comenzamos a sentir el frío y la altura.
Luego de registrarnos nos dieron un folleto plastificado con todas las indicaciones en caso de emergencia y para cuidar el ambiente del parque. Allí hay tiendas donde comprar caramelos de coca, mate de coca y comida. Y la entrada al parque nacional es totalmente gratuita.
Allí preguntamos a los guardaparques si creían que valía la pena que ingresemos ya que el cielo estaba muy nublado. Y dijeron que sí ya que las nubes cambian constantemente. Un poco escépticos y y desilusionados seguimos camino en el auto.
A pesar de las nubes y no poder ver el volcán en un principio, disfrutamos muchísimo del paisaje. Eran como páramos de color amarillo y verde hasta donde alcanzaba la vista, rodeado de montañas.
Cuando nos acercamos al Cotopaxi, fue como meternos dentro de esa nube que lo estaba tapando, en realidad lo rodeaba, y pudimos verlo. Así que llegamos hasta el estacionamiento, lo máximo que se puede avanzar con el auto, y desde donde se lo puede ver perfectamente. Osea que es un lugar accesible para todo el mundo porque se llega en auto, no hace falta ser alpinista ni nada semejante para poder disfrutar de este lugar.
Las nubes iban y venían cubriendo y descubriendo al gigante nevado, pero estaba genial porque todo el tiempo teníamos distintas vistas, y era como un juego tratar de atraparlo totalmente despejado.
Decidimos subir al refugio Jose Rivas a 4864 metros de altura. Mis papás se sentían débiles por la altura, así que nosotros nos adelantamos ya que creímos que no subirían. El refugio parece estar muy cerca pero nos demoramos más de una hora en subir y con la altura no ha sido tan fácil ni tan cerca como parecía. Tratamos de apurarnos para no hacer esperar a mis papás abajo y con mal de altura.
Al llegar al refugio, tomamos aire y recorrimos alrededor un poquito. Mucho no se puede avanzar pero se puede pisar la nieve y ver uno de los volcanes activos más altos de la tierra, el más famoso de todos los volcanes del Ecuador, de cerca. En el refugio se puede ir al baño, tomar y comer algo caliente y descansar un poco en un lugar con mucho espíritu de montaña.
Luego decidimos regresar por otro camino que creíamos que era más rápido. Es el que baja por la derecha del refugio y pasa por arriba del camino principal en forma de zigzag. Lo lindo de este lugar no es solo lo que uno ve al frente, el volcán, sino el páramo verde y amarillo que se ve al pie del mismo. Por eso las vistas al bajar son igual estimulantes que las que se ven al bajar.
Apurados llegamos al estacionamiento y, grande fue la sorpresa al no encontrar a mis papás por ningún lado. Luego de un rato concluimos que habían subido al refugio, aunque con miedo e incertidumbre de no saber si habrían llegado sin problemas.
Pasamos una hora preguntándole a cada uno que bajaba si vieron a un señor canoso alto con barba larga, y puedo decirles que desapercibidos no pasaban ya que todos nos decían “sí, estaban subiendo” o “estuvimos con ellos en el refugio”. Y entonces ahí nos quedamos tranquilos esperando en una camioneta donde dejaron a una abuelita muy simpática que nos refugió del viento y luego de un rato comenzó a roncar muy relajada.
Finalmente cuando vimos bajar a mis papás corrí a abrazarlos un poco en chiste y un poco aliviada de que hayan regresado.
El Volcán Cotopaxi mide 5900 metros y es uno de los volcanes activos más altos del mundo.